
Sin poder evitar las caras del teatro
Obligado a cantar
Cuando solo podía susurrar sus penas.
El ocaso le abre camino a la noche
No dejes que ella sepa lo oscuro de tu sufrir
Sus tinieblas
Pueden ocultar aquellas perlas
Más no pueden evitar su indelicado silencio
Que permite a los transeúntes ser participes
De la sinfonía de tu alma
Que en su delirio deja
A su paso las huellas
De una fiera herida
Destruyendo todo lo que puede
Hasta el pequeño halo de la esperanza
A su paso las huellas
De una fiera herida
Destruyendo todo lo que puede
Hasta el pequeño halo de la esperanza
Un día a su paso
Y en su mentón aquellas raíces resquebrada,
Aquel desordenado pelo
Esos luceros apagados
Y caminando dormido por la vida
Aquel desordenado pelo
Esos luceros apagados
Y caminando dormido por la vida
Desde aquella mañana
Jamás verían mis ojos
Semejante combinación
De espanto y hermosura
Jamás verían mis ojos
Semejante combinación
De espanto y hermosura
La tristeza brillaba
Como un diamante recién pulido
La angustia le había dejado
Cicatrices imborrables
Como si el estiércol mismo lo hubiera vomitado
Como un diamante recién pulido
La angustia le había dejado
Cicatrices imborrables
Como si el estiércol mismo lo hubiera vomitado
Al verlo me pregunté
Si podría existir aquel motivo como una boa
Metida en el alma
Y desgarrando toda una vida
Un sueño, un verso
Si podría existir aquel motivo como una boa
Metida en el alma
Y desgarrando toda una vida
Un sueño, un verso
Aquella angustia desmedida
Embruteciendo la suave y delicada luz
De un astro en posición frente a la luna
Embruteciendo la suave y delicada luz

De un astro en posición frente a la luna
y busque en el firmamento de un corazón
y en las ventanas de una esperanza
Pero nunca encontré la respuesta
Hasta el día de hoy
y en las ventanas de una esperanza
Pero nunca encontré la respuesta
Hasta el día de hoy
Cuando abruptamente esos pánfilos ojos
Me sorprendieron al mirarme
En el mismo retrato del espejo.
Sugeiri Cristian